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Construyendo un Banco de Leche Materna: Tips y Consejos para Nutrir a tu Hijo

Construyendo un Banco de Leche Materna: Tips y Consejos para Nutrir a tu Hijo

Construyendo un Banco de Leche Materna: Tips y Consejos para Nutrir a tu Hijo

La leche materna es el regalo más valioso que una madre puede brindar a su bebé. Sin embargo, en ocasiones, puede haber situaciones en las que necesitamos almacenar y conservar este tesoro líquido para garantizar que nuestro hijo reciba los beneficios nutricionales y de inmunidad que ofrece la leche materna, incluso cuando no podemos amamantar directamente. En este artículo, te presentamos consejos prácticos para crear y manejar un banco de leche materna para tu hijo.

¿Por qué es importante tener un banco de leche?

Un banco de leche materna es una reserva de leche materna extraída y almacenada para su uso posterior. Tener un banco de leche es valioso en diversas situaciones, como:

  • Regreso al trabajo: Si regresas al trabajo o tienes otras responsabilidades fuera del hogar, el banco de leche asegura que tu bebé siga recibiendo leche materna nutritiva incluso en tu ausencia.

  • Enfermedad o ausencia temporal: Si te encuentras enferma o debes ausentarte por un corto período, el banco de leche garantiza que tu bebé continúe siendo alimentado con leche materna sin interrupciones.

  • Incrementar la producción de leche: Extraer y almacenar la leche materna puede estimular la producción de leche y aumentar el suministro cuando sea necesario.

Consejos para construir un banco de leche materna:

  • Elige un extractor de leche adecuado: Opta por un extractor de leche que se adapte a tus necesidades y comodidad. Los extractores manuales o eléctricos son opciones populares, y algunas madres también prefieren sacaleches manuales o dispositivos de extracción con copas de silicona que se ajusten cómodamente.

  • Establece un horario de extracción: Extrae la leche en un horario regular que te permita obtener una cantidad suficiente para almacenar sin afectar tu producción de leche ni la alimentación del bebé.

  • Almacena la leche correctamente: Utiliza recipientes de vidrio o bolsas especiales para almacenar la leche materna. Asegúrate de etiquetarlos con la fecha de extracción para usar el más antiguo primero.

  • Congela la leche adecuadamente: Si no vas a usar la leche de inmediato, congélala. Evita llenar los recipientes hasta el borde, ya que la leche se expandirá al congelarse. Deja aproximadamente una pulgada de espacio libre para evitar derrames.

  • Usa la leche más antigua primero: Cuando utilices la leche almacenada, asegúrate de usar la más antigua primero para evitar que se desperdicie.

Manejo adecuado de la leche materna y su vida útil:

  • La leche materna fresca puede conservarse a temperatura ambiente durante aproximadamente 4 horas. Sin embargo, es mejor refrigerarla o congelarla lo antes posible después de la extracción.

  • En el refrigerador (a 4°C o menos), la leche puede conservarse hasta 72 horas, mientras que en el congelador, puede durar hasta 6 meses a -18°C.

  • Descongela la leche congelada colocándola en el refrigerador durante la noche o bajo agua tibia corriente. No uses agua caliente ni el microondas, ya que esto puede destruir algunos nutrientes.

  • Agita suavemente la leche después de descongelarla para mezclar las grasas que pueden haberse separado.

  • Nunca vuelvas a congelar la leche materna descongelada.

Un banco de leche materna puede ser un recurso invaluable para asegurar que tu bebé reciba todos los beneficios de la leche materna, incluso en situaciones donde no puedas amamantar directamente. Siguiendo estos consejos y prácticas adecuadas, podrás establecer un banco de leche que apoye el bienestar y el desarrollo saludable de tu pequeño. La leche materna es una muestra inigualable de amor y cuidado hacia tu hijo, ¡aprovechemos su poder nutricional al máximo!